Puerta del Puente

   Córdoba ha sido desde su origen una ciudad completamente amurallada. Para visitarla, ya fuese en el siglo I, en el X o en el XXI, había que atravesar alguna de las puertas que nos daban acceso a la gran urbe. De todas ellas, había una con un carácter especial, emblema e imagen de Córdoba: la Puerta del Puente.

   Llamada muchas veces de manera errónea el Arco del Triunfo por su carácter monumental, la Puerta del Puente es el acceso sur a la ciudad, en línea con el Puente Romano y, en su origen romano, con el cardo máximo (calle principal norte-sur). Sin embargo la imagen que hoy en día conserva se debe a una construcción mucho más tardía. Será en el siglo XVI, con el anuncio de la visita de Felipe II a Córdoba, cuando se tome la decisión de reconstruir la antigua puerta incluyendo una dedicatoria al monarca.